La certificación INTA de proteína en polvo
En un mercado cada vez más saturado de suplementos alimenticios, encontrar una proteína en polvo que no solo cumpla lo que promete en su etiqueta, sino que además esté respaldada por una certificación independiente, se vuelve clave para tomar decisiones informadas. Y es aquí donde entra en juego la certificación del INTA.
Pero ¿qué significa exactamente que una proteína esté certificada por el INTA? ¿Cómo garantiza esta certificación la calidad, el perfil de aminoácidos, la presencia de BCAA y la digestibilidad del producto? En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber.
¿Qué es el INTA?
El Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) es una entidad académica de la Universidad de Chile, con más de 70 años de historia. Se ha consolidado como uno de los referentes latinoamericanos en nutrición humana, investigación alimentaria y análisis de calidad de productos.
El INTA trabaja con múltiples instituciones públicas y privadas para evaluar científicamente la composición y calidad nutricional de distintos alimentos, incluyendo suplementos como las proteínas en polvo.
¿Qué implica la certificación INTA?
Cuando una proteína en polvo está certificada por el INTA, significa que ha pasado por un riguroso proceso de evaluación técnica y científica, que considera aspectos como:
- Composición nutricional real vs lo declarado en el etiquetado.
- Perfil de aminoácidos esenciales y BCAA (aminoácidos de cadena ramificada).
- Digestibilidad y biodisponibilidad de la proteína.
- Presencia de contaminantes, metales pesados o ingredientes no declarados.
- Cumplimiento de normativas chilenas e internacionales en términos de seguridad y calidad alimentaria.
¿Por qué es importante esta certificación?
Hoy en día, muchas marcas de suplementos de proteínas utilizan mensajes llamativos como “alta en BCAA”, “hidrolizada”, “de rápida absorción” o “100% pura”. Pero la realidad es que no todas cumplen con lo que prometen en su etiqueta.
En Chile —y en muchos otros países— los suplementos alimenticios no están regulados con el mismo nivel de exigencia que los medicamentos. Esto permite que lleguen al mercado productos de baja calidad, con información incorrecta o incluso ingredientes adulterados.
Una certificación del INTA es una garantía objetiva de que el producto:
- Contiene la cantidad de proteína que dice tener.
- Incluye los aminoácidos esenciales necesarios para el cuerpo.
- Tiene una buena digestibilidad y capacidad de absorción.
- Está libre de contaminantes y cumple con la normativa sanitaria.
En otras palabras, valida que lo que estás tomando realmente te beneficia.
El foco en los aminoácidos y los BCAA

La calidad de una proteína no se mide solo en gramos totales por porción, sino también en la composición de aminoácidos. El cuerpo humano necesita 20 aminoácidos para funcionar, de los cuales 9 son esenciales (es decir, no los puede producir y deben obtenerse de la dieta).
Una proteína de alta calidad debe contener todos los aminoácidos esenciales en cantidades adecuadas, especialmente:
- Leucina
- Isoleucina
- Valina
Estos tres son los famosos BCAA (Branched-Chain Amino Acids), fundamentales para la síntesis muscular, recuperación post-entreno y mantenimiento de masa magra.
La certificación del INTA incluye una evaluación del perfil completo de aminoácidos, asegurando que no solo se trata de una proteína “alta en gramos”, sino completa desde el punto de vista funcional.
Digestibilidad y absorción
No basta con que una proteína sea rica en aminoácidos si tu cuerpo no puede digerirla ni absorberla bien. El INTAtambién evalúa la digestibilidad mediante métodos simulados que replican las condiciones del aparato digestivo humano.
Este punto es fundamental: hay proteínas que en teoría suenan bien, pero que en la práctica generan malestares, se digieren mal o tienen baja biodisponibilidad, lo que reduce su efectividad.
Una proteína certificada por el INTA garantiza que será aprovechada correctamente por tu cuerpo, sin generar residuos inútiles ni molestias intestinales.
¿Qué tipo de proteínas pueden certificarse?
El INTA puede evaluar proteínas de diversas fuentes:
- Proteína de suero (whey): la más común y con alto valor biológico.
- Proteína vegetal: como arveja, arroz, soya o mezclas.
- Proteína hidrolizada: fragmentada para facilitar digestión.
- Proteínas funcionales: con ingredientes añadidos como probióticos, vitaminas, enzimas digestivas, etc.
Esto permite que tanto marcas tradicionales como innovadoras puedan optar a la certificación, sin importar el tipo de proteína, siempre que cumpla con los estándares de calidad.
¿Cómo reconocer una proteína certificada por el INTA?

Las marcas que obtienen esta certificación pueden incluir el sello oficial del INTA en su envase, además de un respaldo técnico que suele estar disponible en sus páginas web o canales de atención al cliente.
El consumidor puede buscar:
- El sello INTA visible en el packaging.
- Un informe técnico o declaración pública del análisis.
- Un enlace a la validación oficial en el sitio del INTA o de la marca.
En caso de duda, puedes contactar al proveedor o consultar directamente con el INTA para verificar la autenticidad del análisis.
Un paso hacia la transparencia alimentaria
Hoy, los consumidores exigimos más: no queremos promesas, sino productos que realmente funcionen y sean seguros.
La certificación del INTA garantiza que una proteína en polvo es completa, bien absorbida y científicamente respaldada. No solo es ideal para quienes entrenan, sino también para quienes valoran la transparencia y la calidad en lo que consumen.
Elegir una proteína certificada por el INTA es cuidar tu salud y tu confianza como consumidor. Porque cuando se trata de nutrición, la calidad sí importa.
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