Mejora la producción natural de GLP-1
A través de los hábitos saludables
Hidratación y electrolitos
Mantener un adecuado aporte de líquidos es fundamental, pero el agua por sí sola no garantiza una hidratación eficiente. El equilibrio de electrolitos —como sodio, potasio, magnesio y calcio— es esencial para mantener la presión osmótica, la función neuromuscular y el transporte de nutrientes a nivel celular. Una hidratación correcta, que incluya tanto agua como electrolitos, optimiza la absorción y utilización de vitaminas y minerales, favorece el metabolismo energético y contribuye al correcto funcionamiento de las células L intestinales, apoyando la producción natural de GLP-1.
Control en el consumo de alcohol
El alcohol puede interferir con la secreción y acción de GLP-1, afectar la sensibilidad a la insulina y alterar la microbiota intestinal. Mantener un consumo moderado o ocasional ayuda a preservar la eficacia del tratamiento y la producción natural de GLP-1.
