Adaptógenos: Qué son, beneficios y cómo usarlos
La naturaleza nos ofrece herramientas increíbles para mejorar nuestro bienestar y calidad de vida, especialmente cuando la rutina y el día a día nos estresa y necesitamos reconectar con nosotros mismos.
Algunas plantas y hongos al ser consumidas como alimento nos pueden brindar grandes beneficios debido a sus propiedades adaptógenicas, pero, ¿qué son los adaptógenos? En este artículo escrito por la nutricionista Agustina Díaz, te explicamos que son, para qué sirven, sus beneficios y dónde encontrarlos.
¿Qué son los adaptógenos?
Los adaptógenos son sustancias naturales, generalmente hierbas, raíces u hongos, que se utilizan desde hace miles de años en diferentes culturas para ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés, mejorar la resistencia y promover el equilibrio general.
Esta propiedad adaptogénica aumenta la capacidad del cuerpo para manejar el estrés físico, mental y emocional, y ayuda a normalizar las funciones corporales. Incluso los vikingos, utilizaban adaptógenos para obtener una mayor capacidad de fuerza en sus batallas.
Sin embargo, debieron pasar años para que recién en el siglo XX se le diera el nombre de adaptógeno, cuya definición explica que es una sustancia que proviene de origen vegetal con propiedades no específicas para mejorar el cuerpo.
Para qué sirven y cómo funcionan
Pero, ¿cómo funciona en nuestro cuerpo el consumir adaptógenos?
Los adaptógenos son sustancias naturales que ayudan a nuestro cuerpo a lidiar con el estrés de manera más efectiva. Trabajan regulando los niveles de neurotransmisores y hormonas relacionadas con el estrés, como la serotonina y el cortisol.
Cuando nos encontramos expuestos a un agente estresante, se libera cortisol, conocida como la hormona del estrés. La manifestación del estrés en nuestro cuerpo se va a dar mediante fases:
Fase de alarma
Presente con aumento de frecuencia cardíaca, tensión muscular y aumento del flujo sanguíneo, activándose la adrenalina.
Fase de resistencia
Se libera cortisol para mantener la fase de alerta mientras se encuentra la solución frente a la demanda. Sí persiste, da paso a la siguiente.
Fase de agotamiento
Al no ser suficiente los recursos de nuestro cuerpo para enfrentar el estrés, se genera un desbalance hormonal que contribuye a un mayor cansancio, ansiedad, pensamientos pocos claros y debilidad en el sistema inmunológico.
Es precisamente aquí donde juegan un papel importante los adaptógenos en nuestro sistema, ya que se van a encargar de disminuir la secreción del cortisol como respuesta al estrés. Minimizando la respuesta negativa que se tiene frente a esta alarma y reduciendo la fase de agotamiento.
Piensa en los adaptógenos como equilibradores naturales para tu cuerpo. Cuando estás bajo estrés o te sientes agotado, tu cuerpo puede desequilibrarse y sentirse fuera de control, como un péndulo que se balancea demasiado rápido. Los adaptógenos intervienen y ayudan a mantener ese péndulo en un movimiento más suave y equilibrado.
Beneficios de los adaptógenos
Como mencionábamos antes, los adaptógenos tienen como principal función protegernos del estrés en nuestro día a día. Sin embargo, existen otros beneficios que puedes encontrar en estas sustancias naturales, la nutricionista Agustina Díaz nos cuenta en qué plantas y hongos podemos encontrarlos:
● Regulan el sistema endocrino e inmunológico. Ejemplos incluyen el regaliz, la maca y el astrágalo.
● Reducen la inflamación crónica. Adaptógenos como la cúrcuma y el ginseng siberiano son perfectos para tratar esta condición.
● Restauran la energía física y mental. Muchos adaptógenos sirven para aumentar nuestra energía y mejorar nuestra salud, aquí te dejamos algunos ejemplos como la albahaca india, manzanilla de castilla, ginseng, rhodia y bacopa.
● Disminuyen la ansiedad. Un ejemplo es la ashwagandha, la hoja de olivo y la bacopa.
● Previenen enfermedades relacionadas a la presión arterial. Adaptógenos que nos pueden ayudar a regularla es el espino blanco y albahaca india.
● Previenen el deterioro cognitivo y neurodegenerativo, además de algunas enfermedades asociadas a estos como el alzheimer y parkinson . Ejemplos incluyen la bacopa, gotu kola, ginkgo biloba, el hongo lion's mane, ashwagandha y el ginseng
● Previenen trastornos digestivos como la gastritis, síndrome del Intestino Irritable (SII) y el estreñimiento. Algunos adaptógenos que protegen nuestra salud estomacal son el regaliz, cúrcuma, jengibre y manzanilla.
● Actúan como antioxidantes, reduciendo el riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento. Algunos ejemplos son la cúrcuma y las bayas de goji.
Éstas y muchas otras capacidades los hacen únicos, aunque los adaptógenos funcionan de manera diferente en cada persona.
Cómo incorporarlos en tu alimentación
Los adaptógenos no son sustancias tóxicas ni generan dependencia, siendo elementos naturales que se pueden utilizar de forma segura para su consumo en nuestra alimentación. Aunque también es importante que sepas que estas sustancias no actúan como fármacos, sino más bien como biorreguladores naturales, siendo beneficiosos para el cuerpo al agregarlos en nuestra rutina diaria.
Puedes incorporar los adaptógenos de diversas formas en tu vida, ya sea como suplementos en formato de cápsulas, en polvo, líquidos, o incluso gomitas masticables.
También puedes usarlos en la cocina (pero siempre en dosis pequeñas), ya sea en tus ensaladas, salsas, postres, como también en preparaciones directas. Por ejemplo, agregando hongos de fácil acceso en tus sopas, como los shiitake y maitake, quizás en un charquicán, un salteado de verduras o incluso en nuestro tradicional pastel de choclo.
Cualquiera sea el formato que se elijas, es importante tener clara la finalidad para lo que necesitas y considerarlo un complemento en tu rutina, dado que no reemplaza una alimentación balanceada.
Siempre consulta a un profesional en el área -como herborista o nutricionista- que se especialice en adaptógenos, para que así puedas recibir todos los tips de cómo consumirlos y sus cantidades correctas.
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